La Vía Láctea es una galaxia grande, espiral y puede tener unos 100 000 millones
de estrellas, entre ellas, el Sol. En total mide unos 100 000 años luz de diámetro y
tiene una masa de más de dos billones de veces la del Sol.
Si pudiéramos observar la Vía Láctea desde fuera de ella, veríamos el centro
abultado, amarillo y brillante, con forma de balón de rugby, y un delgado disco de
color azulado girando alrededor.
La Vía Láctea tiene forma espiral barrada, como un molinillo. Se cree que en el
centro puede haber un agujero negro (un agujero negro es una región finita del
espacio en cuyo interior existe una concentración de masa lo suficientemente elevada
como para generar un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera
la luz puede escapar de ella). El centro no es redondo, sino algo alargado. Cerca de él
están las estrellas más viejas, rojas y anaranjadas.
El Sistema solar está en uno de los brazos de la espiral, el llamado brazo de
Orión, a unos 30 000 años luz del centro y unos 20 000 del extremo.
Cada 225 millones de años el Sistema Solar completa un giro alrededor del centro de
la galaxia. Se mueve a unos 270 km. por segundo.
¿Por qué se llama Vía Láctea?
De noche, la Vía Láctea se ve como una franja blanca que cruza todo el cielo.
En latín, Vía Láctea significa camino de leche. Según la mitología griega,
el dios Zeus tuvo un hijo con una mujer mortal. Cuando Hera, su mujer, se
enteró, arrancó el bebé de su pecho mientras lo amamantaba. La leche se
derramó y cayó por el cielo.
A la Vía Láctea también se le llama el Camino de Santiago, pues servía de guía
a los peregrinos que iban a Santiago de Compostela. Compostela significa campo
o camino de la estrella.
Junto con las galaxias de Andrómeda y del Triángulo, las Nubes de
Magallanes y otras galaxias más pequeñas forman un cúmulo llamado
Grupo Local. En total hay unas 30 galaxias que ocupan un área de unos
cuatro millones de años luz de diámetro.
Todo este grupo forma parte de un supercúmulo de galaxias llamado supercúmulo
de Virgo formado por unas 1000 galaxias.
Fuente:
IV – El Sistema Solar
01.06. Componentes del Sistema Solar.
Fuente:
El sistema solar es un conjunto formado por
el Sol y los cuerpos celestes que orbitan a su alrededor.
Está integrado el Sol y una serie de cuerpos que están ligados
gravitacionalmente con este astro: ocho
grandes planetas (Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y
Neptuno), junto con sus satélites,
planetas menores (entre ellos, Plutón) y
asteroides, los cometas, polvo y gas interestelar.
Pertenece a la galaxia llamada Vía Láctea,
y está situado en uno de los brazos
en espiral de esta galaxia llamado brazo
de Orión.
-
El
Sol.
El Sol (imagen tomada por el telescopio espacial HUBBLE)
El Sol es la estrella más cercana a la
Tierra y el mayor elemento del Sistema solar. Es nuestra principal fuente de
energía, que se manifiesta, sobre todo, en forma de luz y calor. Contiene más
del 99 % de toda la materia del Sistema solar. Ejerce una fuerte atracción
gravitatoria sobre los planetas y los hace girar a su alrededor.
El Sol se formó hace unos 4.650 millones de
años y se piensa que tiene combustible para unos 6.000 millones más. Después,
comenzará a hacerse más y más grande, hasta convertirse en una gigante roja.
Finalmente, se hundirá por su propio peso y se convertirá en una enana blanca,
que puede tardar miles de millones de años en enfriarse.
El sol se
encuentra a 149 600 000 millones de kilómetros de la Tierra. A esta longitud se
le denomina unidad astronómica (ua).
Fuente:
-
Los
planetas.
Los planetas del
Sistema Solar son los cuerpos celestes que están en órbita alrededor del Sol.
Brillan por el reflejo de su luz (la luz solar) ya que no tienen luz propia.
Los planetas actuales son ocho: Mercurio,
Venus, La Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Básicamente los planetas se clasifican en dos tipos:
a) Planetas rocosos.
Son los más cercanos al Sol: Mercurio, Venus, la Tierra y Marte.
b) Planetas gaseosos.
Son mucho más grandes y alejados del Sol. Tienen naturaleza gaseosa
principalmente de hidrógeno y helio. Son Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Fuente:
http://www.todoelsistemasolar.com.ar/planeta.htm
Planetas rocosos
Planetas gaseosos
Fuente:
- Características principales de los planetas.
V – Observación del cielo.
01.07. Observaciones del cielo diurno y nocturno.
Para la observación del cielo es necesario disponer de instrumentos astronómicos
que permitan una visión de los astros que pueda ser aumentada con lentes.
Lo más básico son unos prismáticos que son muy útiles cuando se desea
observar objetos astronómicos grandes y brillantes. Gracias a ellos es posible
distinguir la forma de los cráteres lunares.
Para mejorar la visión astronómica, otro instrumento óptico es un telescopio,
el cual permite ver objetos lejanos con mucho más detalle que a simple vista
al captar radiación electromagnética, tal como la luz y que está constituido
por diversas lentes.
Gracias al telescopio -desde que Galileo Galilei en 1610 lo usó para mirar la
Luna, el planeta Júpiter y las estrellas- el ser humano pudo, por fin, empezar
a conocer la verdadera naturaleza de los cuerpos celestes que nos rodean y
nuestra ubicación en el universo.
Galileo Galilei y su telescopio para observar la Luna
En la actualidad hay gran cantidad de telescopios instalados por todo
el planeta. En España destaca el Gran Telescopio de Canarias. Incluso
hay un telescopio espacial, el Hubble, que se encuentra en órbita fuera
de la atmósfera terrestre.
Telescopio espacial Hubble
Observación del cielo diurno.-
Durante el día, la luz del Sol oculta todas las estrellas del cielo.
Pero existen ciertos objetos muy brillantes o cercanos, que
desafían la presencia solar. Y, además, solo de día es posible
ver a la estrella de nuestro Sistema solar, el Sol.
El Sol es el astro por excelencia para observar durante el día.
Tal vez una de las razones por las cuales no es muy común
hacerlo es por la excluyente precaución que hay que tener
para observarlo, siempre INDIRECTAMENTE.
Imagen del Sol
Cualquier intento de ver el Sol a través de binoculares,
telescopios o incluso a simple vista, puede causar CEGUERA
PERMANENTE. De modo que para observar el Sol, existen
otros métodos como utilizar un filtro solar homologado.
Se pueden observar imágenes espectaculares del Sol,
obtenidas por la sonda espacial, no tripulada, SOHO a través
del siguiente enlace:
http://sohowww.nascom.nasa.gov/
En ocasiones también pueden verse de día, la Luna, los
planetas Júpiter y Venus e, incluso, Mercurio, Marte y
Saturno pueden observarse unos minutos durante el amanecer
y el atardecer cerca del horizonte.
Observación del cielo nocturno.-
Durante una noche despejada y sin Luna, desde un enclave
alejado de las luces de las ciudades, podemos contemplar el
cielo nocturno tachonado por estrellas de diverso brillo. Una
característica familiar de las estrellas cuando las vemos a simple
vista es su centelleo.
Pero sin necesidad de ningún tipo de instrumentos, además de
las estrellas y de la Luna hay otros objetos celestes que
pueden verse: planetas, satélites artificiales, estrellas fugaces,
cometas o la Vía Láctea (banda neblinosa que cruza el cielo).
Las estrellas se agrupan en conjuntos denominados
constelaciones. En 1930 la Unión Astronómica Internacional
estableció 88 constelaciones. Las más conocidas son la
Osa Mayor y la Osa Menor que incluye la Estrella Polar
que señala el Polo Norte geográfico de la Tierra.
Fuente: Instituto de Astrofísica de Canarias:
Constelaciones de la Osa Mayor y la Osa Menor
01.08. La Tierra en el Universo, visión histórica.
La ciencia ha intentado desde siempre dar una explicación de la
situación de la Tierra, los planetas, el Sol y, en suma, del Universo.
Teoría geocéntrica.-
Una estructura del Universo fue elaborada en el siglo II d. C.
por el astrónomo griego Claudio Ptolomeo. La teoría de
Ptolomeo sostenía que "La Tierra está inmóvil y se encuentra
en el centro del Universo".
La Tierra, centro del Universo
Teoría heliocéntrica.-
Al parecer, el primer hombre en la historia que propuso el
sistema heliocéntrico –según el cual la Tierra gira alrededor del Sol
en un año y sobre su propio eje en un día- fue Aristarco de Samos,
quien vivió en Alejandría en el siglo III a.C.
Teoría heliocéntrica propuesta por Aristarco de Samos
Fuente:
Posteriormente astrónomos y científicos como Nicolás Copérnico,
Kepler y Galileo afirmaban y dedicaban sus estudios a demostrar que
la Tierra y los planetas giran alrededor del Sol.